Rótulo de casa en alquiler | Alamy
2022-01-20
El Gobierno ha aprobado esta semana en el Consejo de Ministros el bono del alquiler de 250 euros para los jóvenes entre 18 y 35 años con una partida de 200 millones de euros. Los solicitantes de esta nueva ayuda deberán tener unos ingresos inferiores a los 24.318 euros anuales y solo podrán disfrutar de la partida durante dos años desde el momento de la concesión. Ahora bien, son muchas las criticas y los efectos secundarios que amenaza con provocar esta cuestionable subvención a la vivienda.
En primer lugar, existe un límite para el precio del alquiler. Este no debe superar los 600 euros al mes, lo que deja fuera a ciudades como Madrid o Barcelona, donde esos precios son algo marginal. Es decir, deja fuera a las ciudades donde está el verdadero problema de los arrendamientos.
Eso sí, quedará en manos de las comunidades autónomas poder subir el tope hasta los 900 euros al mes. En el caso de tener alquilada una habitación, los límites máximos son de 300 euros fijados por el Gobierno y de 450 euros como tope que pueden poner las regiones. Además, será una ayuda que no se podrá compatibilizar con otras ayudas sociales.
Otro de los puntos más criticados es que este bono, solo beneficiará a 50.000 personas en España, el 1,7% de los jóvenes que viven fuera del domicilio de sus padres, según algunos estudios. El Gobierno calcula que serán 70.000, pero aún así, vemos que conseguir uno de estos bonos será casi como jugar a la lotería. Además, son muchos los estudios que demuestran que estas subvenciones al alquiler terminan generando un aumento de los precios de las cuotas de los inquilinos. Es decir, las absorben los propietarios, que saben que sus inquilinos cuentan con ese ingreso extra del Estado.
"Si bien es cierto que esta medida ayudará a miles de jóvenes a acceder a una vivienda de alquiler, no podemos obviar el más que previsible y ciertamente inevitable efecto que tendrá sobre el nivel de precios actual. A día de hoy, existe un consenso entre los expertos del sector que apunta a que el bono joven se trasladará directamente a las rentas, pues es algo que ya ha sucedido antes", advierte Ferran Font, director de Estudios del portal inmobiliario Pisos.com. Font hace referencia al último informe del Banco de España para señalar que, "en un mercado inmobiliario como el español, con una oferta rígida y poca posibilidad de crecer, subvenciones finalistas como el bono joven acaban trasladándose y afectando a los precios irremediablemente".
Hasta Íñigo Errejón o Gabriel Rufián lo reconocen. "Un bono joven de alquiler sin control de precios es un bizum a los caseros" ha dicho el líder de Más País. Rufián, socio del Gobierno, también ha compartido la misma postura: "anunciar algo así sin regular el precio del alquiler es como anunciar un sorteo a expensas de la buena voluntad del casero".
Las críticas del sector no cesan. "El bono joven es otra medida más, enfocada a la demanda, como prácticamente todas las medidas que ha impulsado el Gobierno en materia de vivienda y alquiler, cuando el problema de acceso a la vivienda en alquiler, se encuentra precisamente en la escasez de oferta, que es la que provoca la subida de precios, señala el director general de la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), José Ramón Zurdo.José Ramón Zurdo.
"Lo que en apariencia parece una buena medida, no deja de ser una medida coyuntural sin efecto real y perjudicial para los precios. Por un lado, porque va a llegar a muy poquitos jóvenes, por los requisitos de acceso a la ayuda que plantea; y por otro lado, y más grave aún, es que podría propiciar que muchos propietarios, al ser conocedores de esta ayuda económica, suban los precios de sus alquileres", comenta Zurdo
"Pero también esto puede suponer una trampa para propietarios que acepten como inquilinos a personas que reciban este tipo de ayudas, por el mero hecho de recibirlas, pero sin establecer más controles, por el alto riesgo de que a los dos años se acaben las ayudas y los inquilinos no puedan seguir pagando el alquiler". advierte. Por último, desde ANA, recomienda a los propietarios, que cuando tengan que alquilar la vivienda a inquilinos que tengan derecho al bono Joven, que no bajen la guardia en los criterios de selección, y esto quiere decir que deben contemplar la viabilidad del alquiler a cinco años.
Otro punto a tener en cuenta es que, un 38% de los beneficiarios del cheque verán aumentar su factura fiscal en el IRPF. En total, de los 70.000 jóvenes que podrían recibir este bono, 26.500 tendrían que tributar más en el IRPF, tal y como avisa Gestha, el sindicato de técnicos de Hacienda.
Estos expertos explican que la ley del IRPF exige la presentación de la declaración cuando un contribuyente recibe ayudas públicas que superen los 1.000 euros anuales y según el sueldo de los beneficiarios, les sale ese 38%.