CONTESTA EL PRESIDENTE DE GESTHA
El Gobierno aprobará este sábado en un Consejo de Ministros extraordinario una nueva rebaja del IVA de la luz, que pasará del 10% al 5%.
Es cierto que este tipo de medidas paliativas buscan reducir la presión inflacionaria agravada por las consecuencias de la guerra en Ucrania. Sin embargo, conviene remarcar que, por sí solas, no solucionan el problema del alza de precios del KW/h. De hecho, es de suponer que salvo que se tomen medidas adicionales y complementarias, la nueva bajada del IVA será compensada con nuevos aumentos en el precio del Kw/h.
No son palabras huecas. Hay precedentes. Si no, véase el encarecimiento del precio del kilovatio desde el 26 de junio de 2021, que ha anulado prácticamente el coste de 3.838 millones de las rebajas aprobadas de los impuestos sobre la electricidad. O un suceso análogo, como el protagonizado por la bonificación a los carburantes de 20 céntimos/litro, que no ha evitado que el precio supere los 2 euros en la actualidad y absorba el coste de 1.423 millones de la bonificación.
Más allá de que no solucionen el problema, estas bajadas de impuestos tienen un coste. En concreto, desde Gestha hemos calculado que oscilará entre 430 y 460 millones de euros en los próximos tres meses. Y no está la situación socioeconómica de España, tan necesitada de mitigar los efectos de la pandemia y de la guerra con aumentos del gasto para proteger a los más vulnerables, como para promover pérdidas de recaudación.
En su lugar, para contribuir a abaratar la electricidad, desde Gestha proponemos cuatro medidas, que pasan por fomentar las pequeñas instalaciones de energías renovables, principalmente para el autoconsumo de empresas, particulares y pequeños núcleos poblacionales -especialmente en los barrios más vulnerables-, realizar un examen exhaustivo del mercado por la CNMC para verificar cómo se están fijando los precios de las subastas tras la aprobación europea al tope del gas, y prohibir las operaciones de futuros sobre la electricidad, como ya hizo en su día la ESMA y la CNMV con las posiciones en corto que afectaron a las acciones de empresas estratégicas españolas durante la crisis de la Deuda en 2011 y 2012.
En paralelo, en Gestha también consideramos interesante promocionar y prorrogar más allá del 31 de diciembre las ayudas en el IRPF aprobadas para incentivar las obras de rehabilitación energética que permitan reducir el consumo de energía eléctrica no renovable en los hogares.
Para finalizar, cabe recordar que la recaudación tributaria sobre la Energía, excluidos los impuestos de combustible de transporte, presenta un diferencial de 0,26 puntos porcentuales del PIB respecto a la media europea y un déficit recaudatorio en este componente de unos 3.200 millones.
Carlos Cruzado, presidente de los Técnicos de Hacienda (GESTHA)
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