El Gobierno gravará con un impuesto temporal los beneficios extraordinarios de las grandes compañías energéticas, lo que supondrá un recorte del 16% de las ganancias esperadas -24.940 millones de euros- a lo largo de este año y el próximo. Así lo anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el Debate sobre el estado de la Nación en el Congreso de los Diputados.
El Gobierno espera recaudar en torno a 2.000 millones de euros cada año con el tributo extraordinario que aplicará entre los años 2023 y 2024 sobre los conocidos como 'beneficios caídos del cielo' de petroleras, eléctricas y gasistas -con más de 1.000 millones de facturación- cosechados en 2022 y 2023 por los altos precios. Este tributo, además, tendrá un carácter retroactivo al gravarse el próximo año los beneficios del actual ejercicio.
Así, desglosando el impacto bianual del nuevo tipo que aplicará Hacienda sobre las empresas energéticas, para este año se espera ya un recorte del 15,4% que limará los beneficios en 2.000 millones de euros.