Rafael del Pino. CAMPOS (EFE)
La intención de Ferrovial de hacer las maletas y mover su sede de Madrid a Países Bajos ha generado un profundo malestar en el Gobierno. Critica que una compañía que nació en España en la década de los 50 y "creció gracias a las inversiones públicas financiadas por todos los ciudadanos españoles" decida ahora mudarse. "Se trata de una empresa que le debe todo a España", afirmó este miércoles la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, Tras conocer los planes del grupo, la política coruñesa llamó por teléfono a su presidente, Rafael del Pino —con raíces en Ribadeo—, para transmitirle su rechazo por una "decisión errónea".
La marcha todavía no es firme. Deben opinar los accionistas en una junta que se celebrará entre el segundo y el tercer trimestre y, para que salga adelante, no podrán oponerse los titulares de más del 2,57% del capital. ¿Por qué está decidida a irse? La firma señala varios motivos. Uno de ellos es el menor coste de financiación que brinda un país con "una calificación crediticia AAA y un marco jurídico estable". Otro es mejorar "la notoriedad de la marca» dentro y fuera de Europa, su proyección internacional. Y es que tener su sede en Holanda le abrirá muchas más oportunidades en su principal mercado: Estados Unidos, donde ve mucho potencial para crecer.
Otra de las razones que esgrime está estrechamente vinculada con esto. Ferrovial quiere cotizar en la Bolsa estadounidense y el plan implica necesariamente que la constructora sea admitida en el mercado de valores de Países Bajos como paso previo. Desde el parqué español no puede dar ese paso.
La multinacional asegura que mantendrá sus planes de inversión y el empleo en España, pero eso no ha evitado que el Gobierno salte, conscente del perjuicio para la imagen del país que Ferrovial se vaya. Al respecto, Calviño le afeó que se mude "contra del interés y de la imagen de España". Desde Unidas Podemos acusa ron directamente a la compañía de "antipatriota" y de tratar de "evadir impuestos" con la deslocalización.
El portavoz de la formación morada en el Congreso, Pablo Echenique, abogó directamente por que "no se le den contratos de obra pública en España".
El grupo generó el 82% de sus ingresos fuera de España el año pasado, cuando facturó 7.551 millones de euros y ganó 186 millones.
La propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, recordó así que ya tributa por la mayor parte de sus beneficios fuera.
Un análisis del Sabadell estima que podría ahorrar entre 35 y 40 millones de euros al año en impuestos si finalmente traslada su sede a Países Bajos, gracias a la fiscalidad más ventajosa, aunque destaca que ese impacto es limitado para un grupo como Ferrovial, que remarcó que seguirá "contribuiyendo fiscalmente" en España y "cotizando en Madrid".
Sobre su pretensión también se pronunció la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que pidió a la empresa "compromiso" con España. "Ha crecido al albur de enormes contratos con la Administración pública", remarcó, confiando en que el departamento de Calviño actúe para que no mueva su sede.
Los técnicos de Hacienda (Gestha) descartan que el Gobierno tenga herramientas para frenar la marcha de Ferrovial a Holanda o para que reconsidere su plan.
Algunos analistas advierten ya de que el traslado de la sede de Ferrovial fuera de España puede tener un efecto contagio. Desde XTB, Darío García recuerda que Iberdrola ya amenazó con hacerlo en alguna ocasión y cree que puede sentar un precedente para empresas muy internacionalizadas, como ACS.
Sobre esa posibilidad de arrastre sobre otras firmas alertó el PP, que responsabilizó al Gobierno por el "vapuleo" al que, a su juicio, somete a las empresas españolas La empresa garantiza que mantendrá inversiones y empleos en España, ante las críticas de "antipatriota" y de buscar el ahorro fiscal.