Tres aspectos que Hacienda vigilará este año para aflorar los ingresos "ocultos" de algunos negocios
SEGÚN EL PLAN DE CONTROL TRIBUTARIO 2023
La Agencia Tributaria intensificará este año la vigilancia sobre algunos sectores de autónomos y pequeñas empresas de los que entiende que existen ingresos no declarados con el fin de evadir el pago de impuestos como IVA, IRPF o Sociedades. Este es el objetivo que recoge el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2023, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) este lunes. Y añade, además, algunas novedades importantes para el colectivo como el uso del historial de cumplimiento o incumplimiento fiscal de las empresas para imponerles una sanción.
La economía sumergida es una de las preocupaciones más importantes no sólo de Hacienda, sino también de los propios autónomos que sí cumplen con sus obligaciones fiscales, laborales o de cotizaciones y que ven cómo otros negocios les hacen una competencia desleal al no soportar esos costes. De hecho, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, denunció en una entrevista concedida a final del año pasado que la economía sumergida en España supone el 24% sobre el Producto Interior Bruto, frente al 13% de la media de la Unión Europea. “Hay un gap enorme de gente que no paga en este país y, los que pagamos, pagamos mucho más que los europeos”
Como cada año, el plan de control tributario se divide en distintas actuaciones que desarrolla el cuerpo de inspectores a lo largo del ejercicio para vigilar que los contribuyentes cumplen con sus obligaciones fiscales. De entre estos ejes, uno de los que más afecta a los autónomos -tanto persona física como societarios- es el tercero, bajo el nombre de control de la "ocultación de actividades empresariales o profesionales y uso abusivo de sociedades".
La Agencia Tributaria prevé intensificar este año su lucha contra la ocultación de ingresos e impago de impuestos aumentando la vigilancia de los negocios en base a estos tres aspectos: no tener medios de pago bancario -datáfono- en la empresa (o exigir el abono en metálico), trabajar directamente con el consumidor final o tener indicios externos de riqueza o de rentas altas que no se corresponden con los ingresos que se están declarando.
El plan de control tributario prevé que Hacienda mantenga "a lo largo de 2023, presencia en aquellos sectores y modelos de negocio en los que se aprecie alto riesgo de existencia de economía sumergida". Según José María Mollinedo, secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda, la economía sumergida es un concepto amplio que puede abarcar muchas casuísticas, tanto actividades que están "completamente ocultas", es decir, que no cumplen ninguna obligación de alta en Hacienda y Seguridad Social y que por lo tanto no declararían ningún ingreso, como las que "están visibles pero ocultan una parte de sus ingresos".
La Agencia Tributaria pondrá el foco este año en ambos casos pero "el primero es cada vez menos frecuente. Hace años sí se podía dar el caso de una actividad completamente oculta, que no se instalaba como empresa y no cotizaba a la Seguridad Social y cuyos ingresos no se declaraban en absoluto. Ahora es cada vez menos frecuente que un negocio como tal pueda pasar desapercibido sin declarar ningún ingreso", explicó el secretario general de Gestha.
Sí puede darse el caso de pequeñas actividades de "subsistencia" en las que no se declare ningún ingreso, como por ejemplo, un profesor particular que cobraría en mano y no incluyera estos ingresos en IRPF. Sin embargo, según apuntó Mollinedo, este tipo de fraude es raro que se dé en actividades económicas habituales y mucho menos con empleados a cargo y un local visible y abierto al público.
Lo más común, según el secretario general de Gestha, sería el segundo caso, el de ocultación parcial de los ingresos. Es decir, negocios que declaran sólo una parte de lo que ingresan. "Normalmente suelen dejar de declarar una parte de lo que cobran en efectivo, por eso la comprobación de la inspección suele centrarse en sectores que trabajan con metálico y en otros indicios que marca el plan de actuación" , dijo José María Mollinedo.
Éste sería uno de los principales aspectos que tienen en cuenta los inspectores para incluir un negocio en el plan de actuación. "Si a día de hoy una empresa no admite pagos por medios bancarios es que todo lo que ingresa lo ingresa en efectivo, por lo que es susceptible de incluirse en el plan de comprobación para verificar si declara todo lo que ingresa", explicó el secretario general de Gestha.
Además, según Mollinedo, "también se verifica a aquellos que hacen precisamente lo contrario. Si admiten pagos por medios bancarios y sólo declaran lo que ingresan por datáfono es un indicio importante. Normalmente, ninguna empresa cobra sólo por tarjeta y si un negocio sólo está ingresando por esta vía puede deberse a que no está declarando lo que factura en efectivo".
Otros de los contribuyentes que tendrá en cuenta la inspección según el plan de control tributario son aquellos "cuyas rentas se obtengan de entrega de bienes o prestaciones de servicios directamente realizados al consumidor final, puesto que se incrementan los riesgos y la falta de control en cuanto a las formas de pago".
Esto se debe, según José María Mollinedo a que estos contribuyentes "son los más difíciles de controlar porque un negocio que trabaja mucho con consumidores finales tiende a manejar más efectivo y aumenta el riesgo de ocultación de ingresos".
El Plan de control tributario también tendrá en cuenta a los contribuyentes "cuyos signos externos de riqueza, de patrimonio, de rentabilidad o información financiera sean incoherentes o inconsistentes con respecto a las rentas declaradas".
En el plan de selección de los técnicos entran algunos de los negocios que presentan discrepancias entre lo que se declara y lo que el Fisco conoce por sus bases de datos. .
Cuantas más discrepancias tiene un contribuyente, más posibilidades tendrá de ser llamado. Esas discrepancia pueden ser muy variadas: "personas que presentan bajas rentas o bajos beneficios y que, sin embargo, tienen desde vehículos de gama alta hasta embarcaciones recreativas o incluso son titulares de una tarjeta visa oro. Ese tipo de cuestiones, que son signos externos, ya nos determinan y levantan las sospechas", explicó José María Mollinedo
Otra de las principales novedades de las directrices contenidas en el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2023 afecta directamente a los autónomos. A partir de este año, Hacienda incluirá el historial de incumplimientos de los trabajadores por cuenta propia como un criterio relevante a tener en cuenta en determinados tipos de conductas. Especialmente, “en aquellos casos de presentación de autoliquidaciones sin ingresos fuera de plazo, que no ocasionan perjuicio económico a la Administración tributaria”, explicó el BOE.
En este sentido, fuentes de la Agencia Tributaria explicaron a este medio la intención de Hacienda con un ejemplo. "Si un autónomo presenta fuera de plazo una declaración y eso puede acarrear una sanción, pero esa declaración que presentas fuera de plazo no implica un pago, pueda revisarse el historial y si el retraso no es recurrente, no sancionar", afirmaron.
En el caso opuesto, la Agencia Tributaria pondrá el foco este año sobre los trabajadores por cuenta propia que no hayan presentado en plazo, o hayan cometido errores, sus autoliquidaciones tributarias en el pasado. Para ello, Hacienda depurará en 2023 su censo de entidades y elaborará un mapa de riegos de carácter preventivo, “que permita detectar situaciones de riesgo, en particular posibles incursiones de entidades controladas de manera efectiva por contribuyentes con conductas tributarias reprochables en el pasado.”
Una de las cuestiones donde la Agencia Tributaria pondrá el foco este año es la residencia fiscal de los autónomos. En este sentido, el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero explicó que “se atenderá a la simulación de la residencia fiscal de algunos contribuyentes por la diferente tributación existente en una Comunidad Autónoma distinta de la real, con la intención de aprovecharse indebidamente de una inferior tributación.”
En términos de información y asistencia, el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero incluye como novedad la implantación de un nuevo modelo de asistencia que integra todos los canales existentes para que tanto los autónomos como los contribuyentes en su conjunto se relacionen con Hacienda para realizar distintos trámites.
Así, a partir de 2023, la aplicación para teléfonos móviles de la Agencia Tributaria permitirá a los autónomos reservar sus citas a través de estos dispositivos, una funcionalidad que se suma a la consulta y el pago de las deudas, la solicitud de los aplazamientos o la consulta de los bienes subastados por el fisco. “Además del servicio ya existente de confirmación de cita mediante SMS y correo electrónico, se introduce un servicio de recordatorio de citas a través de los mismos medios”, explicaron.