Simulación del impacto de la propuesta de Vox en la cuota estatal del IRPF. BELÉN TRINCADO AZNAR
Los cuatro grandes partidos que concurren a las elecciones generales este 23J conforman dos bloques antagónicos en materia fiscal. Mientras que PP y Vox apuestan por bajadas de diversa índole en el IRPF, PSOE y Sumar plantean gravar más a los que más tienen. A partir de estas líneas maestras, el programa más concreto en este impuesto es quizá el de la extrema derecha. A modo de resumen, el partido liderado por Santiago Abascal traza en sus líneas una propuesta específica de rebaja masiva que hundiría la recaudación en un 50% y que beneficiaría de forma indiscutible a las rentas más elevadas del país.
De media, los cerca de 900.000 contribuyentes que se mueven entre los 60.000 y 150.000 euros anuales dejarían de pagar casi 10.000 euros per cápita en impuestos, mientras que los aproximadamente 120.000 ciudadanos que oscilan entre los 150.000 y los 601.000 euros por ejercicio ahorrarían unos 30.000 euros por cabeza. Por último, unas 12.000 personas que superan los 601.000 euros en ingresos conservarían casi 80.000 euros adicionales. Al otro lado se encontrarían los millones de rentas bajas, con ahorros medios de unos pocos cientos de euros. Todo se explica por una simplificación masiva de los tramos y una reducción de los tipos.
Este plan, según los cálculos realizados por el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), supondría una disminución de la recaudación de la cuota estatal del IRPF de casi 28.000 millones de euros, prácticamente la mitad de lo que se ingresó en el año 2021 (unos 55.900 millones de euros).
BELÉN TRINCADO AZNAR
Todo esto, además, funcionaría de manera paralela a una bajada fiscal general a las grandes empresas y a la suspensión de los impuestos patrimoniales que gravan la riqueza. Y sería en un contexto en el que los países deben contener el gasto para volver a la senda fiscal de control del déficit público.
En la parte de la renta, en concreto, Vox plantea una simplificación drástica y radical del impuesto que reduciría a únicamente dos el número de tramos, con una rebaja añadida del tipo impositivo. Así, se propone una “simplificación progresiva y continuada del IRPF a un tipo único reducido del 15% a aplicar sobre bases imponibles inferiores a 70.000 euros y un tipo ordinario del 25% a aplicar a bases imponibles superiores a dicha cantidad”, detalla el programa electoral. En paralelo, se aplicaría la exención de 22.000 euros anuales de rentas del trabajo con independencia de tener uno o dos pagadores.
Tal y como detalla el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, la escala de gravamen propuesta por Vox beneficia más conforme aumentan los ingresos obtenidos, “llegando a un máximo en bases del entorno a 170.000 euros y alcanzando un suelo aproximado al 48% para bases a partir de 700.000 euros”.
En efecto, según los cálculos realizados por Gestha, la cuota íntegra estatal conjunta en la actualidad para el tramo que oscila entre 60.000 y 150.000 euros recauda unos 10.600 millones de euros por ejercicio. Con la propuesta de la extrema derecha, los ingresos caerían un 67%, hasta los 3.500 millones. La recaudación conjunta entre los 150.000 y los 601.000 euros bajaría de los 4.100 millones a los 1.200 millones, un 71%, y, a partir de 601.000 euros en ingresos, pasaría de los 2.000 a los 1.000 millones.
Los números que ponen sobre la mesa los técnicos de Hacienda se basan en cifras medias que tienen en cuenta, por ejemplo, el número de hijos que hay en cada tramo.
Esto sucede porque la propuesta de Vox, además de la simplificación masiva del impuesto, plantea que los tipos únicos del IRPF del 15% y el 25% se reduzcan cuatro puntos porcentuales por cada hijo. De este modo, un contribuyente con ingresos inferiores a 70.000 euros y con cuatro descendientes se ahorraría directamente el pago del gravamen.
Este factor hace que, por ejemplo, una renta alta que se mueve en el tramo que oscila entre 150.000 y 601.000 euros, donde hay una medida de 2,2 hijos por familia, pase de abonar los 33.750 euros actuales a solo 1.790 euros. En el caso de que esta familia no tuviese descendientes, detalla Mollinedo, la rebaja también sería sustancial, ya que la factura sería de 17.957 euros.
La regresividad de la medida que plantean los de Abascal también se percibe en la disminución de los tipos impositivos de la cuota estatal, medida en puntos porcentuales. En los tramos medios y bajos, hasta los 60.000 euros, la caída sería de un máximo de 6,4 puntos, mientras que en las rentas más elevadas sería de hasta 14 puntos. Desde Gestha añaden, además, que no se ha considerado el impacto de la propuesta para bases liquidables positivas hasta 1.500 euros, ya que debe tratarse de una incorrección. “no cabe entender que Vox prevea que tributen cuando en la actualidad no lo hacen”.