La falta de nuevos Presupuestos para 2024 obligará a los contribuyentes que cobren el Salario Mínimo Profesional (SMI) a pagar IRPF y borra de un plumazo las ventajas fiscales a las rentas más bajas (aquellas inferiores a 22.000 euros), que podrían ahorrarse entre 33 euros y hasta 255 euros al año por la bajada de las retenciones anunciada. Estas dos medidas, que se iban a articular mediante una reforma de la Ley del IRPF incluida en la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2024, se quedan ahora en papel mojado.El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el pasado miércoles que renunciaba a aprobar los Presupuestos para 2024 (prorrogando así los de 2023 a este ejercicio) ante el adelanto de las elecciones en Cataluña, al entender que no tiene sentido negociar las cuentas en la antesala de una campaña que enfrentará a los socialistas catalanes con ERC y Junts por el control del gobierno catalán.El Gobierno incrementó el SMI para 2024 a 15.876 euros anuales. Acto seguido, anunció que incrementaría el mínimo exento de IRPF de 15.000 euros a 15.876 euros para que los ciudadanos que lo percibieran no tuvieran que pagar el tributo. Además, para evitar errores de salto, también señaló que reduciría las retenciones (los impuestos que la empresa resta de la nómina) a los salarios superiores al SMI y hasta los 22.000 euros al año. Esta medida, en función de la circunstancia del contribuyente como las CCAA en la que reside, si está soltero, casado o tiene hijos, podría ahorrarle hasta 255 euros en impuestos al año, según estimaron en su día los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) para este diario.
Paula Urcera, responsable del área fiscal de TaxDown, explica que como no hay nueva ley de Presupuestos no se van a aprobar estas medidas y, por tanto, se vuelve a la situación anterior. "El SMI sí que ha crecido de los 15.000 euros a los 15.876 euros, pero la obligación de practicar retención sigue a partir de los 15.000 euros. Por tanto, a las personas que cobren el SMI sí que se les va a practicar retenciones cuando se había dicho que no", expone. No obstante, Urcera entiende que el Gobierno acabará utilizando la figura del Real Decreto-ley para intentar sacar adelante estas medidas que se han caído, alegando su urgencia y extrema necesidad.
Si finalmente el Ejecutivo aprueba estas exenciones y deducciones en el IRPF a lo largo de este año mediante un Real Decreto-ley, la medida tendrá mayor efecto para los contribuyentes en la declaración de la Renta de 2024, que se realizará en la primavera de 2025. A pesar de que los ciudadanos que ganan menos de 22.000 euros al año, siempre que tengan un único pagador, no tienen la obligación de presentar la declaración, en este caso sí deberán hacerlo en la campaña del año que viene para que la Agencia Tributaria pueda ajustar su situación (si se les ha retenido de más durante gran parte de 2024 porque no estaba vigente la medida) y les devuelva lo que han pagado de más por el IRPF.
La falta de nuevos Presupuestos también deja en el aire la revalorización del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), situado en los 600 euros. "Hay muchas ayudas y prestaciones que se reciben a través del IPREM. Se habían anunciado que iban a aumentar el valor para que hubiese más personas que se beneficiaran de las ayudas o que no las perdieran por aumentar el SMI", explica Paula Urcera, de TaxDown. Entre las medidas ligadas a este indicador están las ayudas a la vivienda, los subsidios por desempleo o las becas.