La Agencia Tributaria rastrea las redes sociales de ricos, famosos y youtubers para perseguir fraudes fiscales. El uso de estas aplicaciones se ha convertido en una herramienta más para Hacienda a la hora de contrastar si el patrimonio o el ritmo de vida de estos contribuyentes se equipara con el declarado o si aseguran vivir fuera de España pero pasan la mayor parte del año en nuestro país y, por tanto, deben tributar aquí.
El secretario general de los técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, explica a este diario que la explotación de datos de las redes sociales por parte de la Agencia Tributaria no es algo que se utilice para el grueso de contribuyentes o empresas, sino para un perfil muy determinado de personas como altos patrimonios, youtubers o artistas. "Lo hemos visto en expedientes tan singulares como el de Shakira, donde uno de los elementos de prueba fue la explotación de la información que había en las redes de la artista que determinaban que podía estar residiendo en España más de la mitad del año", señala.
No obstante, Mollinedo aclara que esta forma de proceder del fisco no es nueva, solo ha evolucionado a la par que los tiempos. "Históricamente, para las comprobaciones fiscales de algunos artistas se seguían las informaciones de la prensa rosa, como fue en el caso de Lola Flores o del humorista Pedro Ruiz", apunta.
La Unidad de Coordinación del Contribuyente de Patrimonios Relevantes, creada en 2018, es la que más se sirve de las redes sociales para investigar presuntos fraudes. "No hay una instrucción de la Agencia Tributaria que determine el uso de las redes, simplemente forma parte de la pericia del investigador. Ocurre cuando tienes que investigar a una persona que tiene un alto nivel de vida y esto no se relata en sus cuentas", matiza José María Mollinedo.
El secretario general de los técnicos de Hacienda indica que en el caso de los youtubers, como algunos de ellos se han trasladado a vivir a Andorra, sirve para ver si continúa residiendo allí o pasa la mayor parte del año en España o en otro país. Asimismo, como ejemplo, señala que también se puede dar el caso de un contribuyente en el que se ve en redes sociales que se está alojando en una villa de lujo que cuesta 10.000 euros la noche y pasa allí diez días. "Pues ya sabemos dónde hay que investigar. Y si España tiene un acuerdo de información con ese país, se le puede pedir que acredite la estancia y el importe pagado por el alojamiento", explica al respecto.
Y añade, "a lo mejor lo ha pagado desde España, pero aquí hay una limitación de pago en metálico de 1.000 euros y es más difícil que pase con una agencia de viajes en nuestro país".
"En el caso de Shakira -recuerda-, con el uso de las redes sociales se vio a qué peluquería iba, a qué gimnasio o quiénes eran sus monitores. Eso permitió a la funcionaria que la investigaba localizar los establecimientos para pedirle la lista de los servicios que les había facturado en cada uno de ellos".
Finalmente, José María Mollinedo puntualiza que las redes sociales prácticamente no se utilizan en comprobaciones de contribuyentes de a pie. "Ya hay suficiente información en las bases de datos tributarias para determinar el objeto de la comprobación", concluye.