Clase alta, clase media y clase baja. Aunque la división por clases parezca propio de épocas pasadas, lo cierto es que todavía sigue siendo una importante clasificación social de la riqueza. En España, una parte considerable de la población (en torno a un 44%, según el CIS) considera que pertenece a la media, pero, ¿es eso cierto?
Cabe señalar que no hay un consenso único para medirlo y que hay distintos baremos, según a quién se pregunte. Uno de los criterios para diferenciar entre estas líneas tan difusas de clasificación es el que establece la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Para esta institución, la clase baja es la que se encuentra por debajo del 75% de la mediana de la renta nacional; la media es la que se sitúa entre el 75% y el 200% y la alta la que supera el 200% de la mediana.
Visto el criterio, toca hacer números. De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del 2023, la mediana fue de 18.316 euros para la población española.
Así, la clase baja se situaría en los salarios de 13.737 euros brutos anuales o menos, la media oscilaría entre esos 13.737 y los 36.632 euros brutos y finalmente, la clase alta sería la que ganara más de esos 36.632 euros brutos.
Si lo extrapolamos al mes y, teniendo en cuenta 12 pagas anuales, la clase media en España sería la que gana entre 1.144 euros brutos mensuales y 3.052 euros brutos mensuales. Un rango amplio, que permite sacar pocas conclusiones.
El criterio de Gestha
El sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) ajusta ligeramente el baremo y sitúa la clase media en España entre los 14.000 euros brutos anuales y los 30.000.
Por tanto, con esta franja los salarios estarían entre los 1.166 euros y los 2.500 euros brutos mensuales.
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