Los Técnicos del Ministerio de Hacienda intuyen una nueva caída de los delitos fiscales descubiertos por la AEAT en 2017.
Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) señalan que la Agencia Tributaria(AEAT) contará este año con 2.495 efectivos menos que hace 10 años y con un 8,9% menos de personal que en 2009. De esta forma, ven insignificante el aumento de plantilla anunciado por el director general de la AEAT, Santiago Menéndez, quien durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso anunciaba la incorporación de 396 miembros, hasta alcanzar los 25.555 trabajadores.
Fuente: Gestha, a partir de datos de la AEAT
Esta caída de la plantilla se debe, mayoritariamente, a la puesta en marcha de las políticas de austeridad en materia de empleo público durante la crisis. Por este motivo, al margen de que la edad media de la AEAT supere los 50 años, España tiene hoy en día un déficit de 26.718 efectivos para luchar contra la economía sumergida con respecto al resto de Europa. Así, en nuestro país sólo hay un funcionario por cada 1.928 contribuyentes, mientras que en Francia, por ejemplo, hay uno por cada 860 contribuyentes franceses, menos de la mitad de contribuyentes por funcionario que en España.
Los técnicos advierten de que las deficiencias de la plantilla de la AEAT no sólo están relacionadas con la falta de efectivos, sino que tanto su estructura como la asignación de competencias a sus miembros torpedean los planes de Hacienda para combatir el fraude con garantías, como demuestra el hecho de que la AEAT encadene cinco años consecutivos de caída abrupta de las denuncias de delitos fiscales, tramitando en 2016 únicamente 226 denuncias por esta causa, desplomándose un 77,7% respecto a los 1.014 delitos fiscales denunciados en 2011; que en 2016 el 84% de la evasión fiscal no fuera detectada; o que los casos de fraude no dejen de incrementarse.
En este sentido, la economía sumergida en España supone el 24,6% del PIB. Es decir, más de 250.000 millones de euros circulan a espaldas del fisco. No obstante, si se impulsara un plan realista y eficiente de lucha contra el fraude fiscal, se reorganizaran las actuales funciones de la plantilla, se ampliara y se pusiera la lupa sobre grandes evasores en vez de sobre los autónomos, pymes y trabajadores por cuenta ajena, podrían recaudarse hasta 40.000 millones de euros a medio plazo.
Así, pese a que Menéndez se haya jactado de los “resultados históricos” en la lucha contra el fraude, los técnicos recuerdan que en 2017 cayó la recaudación por tercera vez en los últimos cinco años y advierten de la omisión de información relevante para evaluar las cifras. Asimismo, sospechan que tras la ocultación del número de los delitos denunciados en 2017 contra la Hacienda pública se esconde una nueva caída de los delitos fiscales descubiertos por la AEAT, lo que mostraría otro fracaso más en la detección de los fraudes más sofisticados.
Fuente: Gestha a partir de las Memorias de la AEAT
Por otra parte, los técnicos se preguntan los motivos por los que el director de la AEAT no ha concretado esta mañana a cuestiones relacionadas con las actuaciones llevadas a cabo en 2017 y 2018 con contribuyentes que se acogieron a la amnistía fiscal de 2012, pese a ser información relevante, ya que, como mínimo, el 11,5% de los amnistiados siguieron defraudando en los años siguientes.
También se cuestionan por qué Menéndez tampoco ha informado del número de personas amnistiadas con indicios de blanqueo desde 2015, máxime teniendo en cuenta que hasta abril de ese año, el 2,5% de los 29.683 amnistiados mostraban indicios de blanqueo.
Finalmente, los técnicos ponen en duda la estimación de ingresos que ha hecho el secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, quien ha avanzado un aumento del 5% hasta marzo, con un alza anual prevista del 6,7% en IRPF y del 4,4% en IVA. De hecho, consideran que el “agujero” de la recaudación este año tendrá su origen en la sobreestimación de los ingresos por retenciones del trabajo, ya que más allá de que las cuentas públicas para el presente año contemplen una rebaja del IRPF de unos 2.000 millones de euros a unos 2,5 millones de contribuyentes, por lo que las familias deberían ingresar 7.020 millones más que en 2017 para alcanzar la cantidad presupuestada. Y Gestha lo ve complicado, por mucho que el Gobierno augure que el PIB crecerá al 2,7% o que la tasa de paro bajará del 16,4% hasta el 15%, ya que los sueldos están creciendo por debajo de la mitad que la economía.