18/12/2019
Cuatro días antes de que se celebre el tradicional sorteo de la Lotería de Navidad, los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) recuerdan que las cestas, regalos y otros tantos obsequios tributan como un incremento de patrimonio en la escala general del IRPF, por lo que el valor debe sumarse al resto de rendimientos percibidos durante el año a la hora de hacer la declaración, deduciendo la retención o el ingreso a cuenta, salvo las cestas que las empresas distribuyen a sus empleados que se consideran rentas del trabajo en especie.
De este modo, Gestha explica que cualquier premio –distinto de las Loterías, ONCE y Cruz Roja- superior a los 300 euros obliga a practicar una retención del 19%, que debería ingresarse en Hacienda. Y añade que si el premio fuera en efectivo, como ocurre en algunos concursos televisivos, el ganador recibirá el dinero una vez descontada la retención; pero si se entrega en especie, el importe íntegro sobre el que se aplica la retención será la suma de la “Valoración” y el “Ingreso a cuenta”, excepto si el importe de este último fue repercutido al ganador.
Por otra parte, los técnicos insisten a las personas que compartan décimos y participaciones con familiares y amigos en que, en caso de ser agraciados, quien cobre o deposite el premio debe indicar en ese instante la identificación de todos los partícipes del mismo para esclarecer la relación de afortunados y el reparto de premios.
Asimismo, sostienen que si se comparten décimos y participaciones de los tres primeros premios, sometidos al gravamen especial, la Sociedad estatal de Loterías y Apuestas del Estado atribuirá a cada partícipe la parte proporcional del premio menos la retención, aunque el abono pueda llegar a la cuenta del depositario, quien realizará el reparto. Sin embargo, si un premiado, en un alarde de generosidad, quisiera regalar un pellizco a otra persona, las arcas públicas podrían enriquecerse porque el beneficiario deberá declarar la donación recibida en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en la comunidad autónoma donde resida.
Cuidado con colaborar en el blanqueo
En la antesala del sorteo, Gestha también advierte del peligro de revender décimos premiados a personas o intermediarios interesados en blanquear dinero, pues quienes lo hagan podrían estar colaborando en un delito de blanqueo de capitales. En cualquier caso, tampoco podrán acreditar el origen de estos fondos a Hacienda, lo que puede acabar con una inspección que exija más del 60% del importe ganado entre la deuda y la sanción, y si se trata de un décimo con el premio Gordo podrían verse acusados de un delito fiscal por una ganancia patrimonial que no podrán justificar.
Los técnicos consideran que el impuesto de Loterías dificulta el blanqueo al detectarse mejor el cobro repetitivo de premios por una misma persona, pero alertan de que no acaba con esta práctica, dado que los defraudadores pueden tratar de lavar importantes cantidades de dinero comprando varios décimos premiados en una localidad a cambio de una comisión.
Por este motivo, Gestha pide al Gobierno la supresión de las nuevas cuantías exentas del gravamen especial sobre los premios de determinadas loterías y apuestas del Estado que se aplicarán también a los de las comunidades autónomas, de la Cruz Roja y de la ONCE, que subirán a los 40.000 euros en 2020, y provocará una pérdida anual de recaudación superior a los 100 millones de euros desde ese año.
Cambiar la Ley del Impuesto sobre Sociedades
Los técnicos reconocen que el aumento del mínimo exento resta atractivo a las malas prácticas de quienes desvían el cobro de premios a sus empresas en pérdidas, pero insisten en que para acabar con el fraude no hay que aumentar las exenciones y bajar los impuestos, sino combatir el fraude mediante una mayor investigación.
Y en este contexto piden modificar la ley del Impuesto sobre Sociedades para que los premios de loterías que ganen las personas jurídicas al integrarlo en la base imponible tengan una tributación mínima, igual que la de los particulares (el 20% del exceso que supera el mínimo exento), para evitar que las empresas en pérdidas finalmente no tributen por estos premios y obtengan la devolución de la retención.
Gestha estima que, si continúa el ritmo seguido hasta octubre de este año, se devengarán unos 22 millones por el gravamen de premios logrados por las personas jurídicas, superando el 6% de los mayores premios de todos los sorteos del año. Eso significará que las entidades jurídicas habrán ganado 127 millones en 2019 en unos 16.000 premios de Loterías de más de 20.000 euros cada uno, algo que no tiene justificación.
De hecho, los técnicos solicitan a la AEAT que abra un programa de investigación a las Fundaciones, Asociaciones y otras entidades sin fines de lucro que acumulan el 93,5% de los premios obtenidos por las personas jurídicas; y proponen una modificación del régimen jurídico para lograr una mayor transparencia de las cuentas y actividades que les otorga una fiscalidad privilegiada, de manera que se excluirán del régimen fiscal las fundaciones y entidades que no dediquen sus ingresos a tales actividades de utilidad pública o interés social.
A Hacienda le tocarán 13,6 millones menos
Finalmente, Gestha recuerda que a Hacienda le tocarán el domingo 175 millones de euros por la tributación de los premios, 13,6 millones menos de los que se embolsó en el sorteo del pasado año. Y esa menor recaudación se debe al incremento del mínimo exento hasta los 20.000 euros, desde los 10.000 euros –a los que aumentó a partir del 5 de julio del pasado año-; por lo que pide al Gobierno en funciones que apruebe un Real Decreto Ley para incluir, entre las prórrogas para 2020 del Impuesto de Patrimonio y de los límites de la estimación objetiva de los empresarios en módulos, la del mínimo exento; con lo que se evitaría que se duplique hasta los 40.000 euros y que la mayoría de los premios queden exentos.