Tenemos el doble de fraude que nuestro entorno europeo, unos 60.000 millones de euros, y se estima que el 70% de este fraude está en las grandes empresas y grandes fortunas.
Es evidente que si ponemos a Fernando Alonso a perseguir un Ferrari yendo en un 600, nunca podrá pillarlo, y esto ocurre también con la inspección fiscal en España, nunca podrá “pillar” a los grandes defraudadores. No es por incapacidad del piloto, ni porque no tenga fuerzas, es que le faltan medios.
Tenemos un personal con una formación fantástica en la Agencia Tributaria y con unos sistemas informáticos de los mejores de Europa, pero deben cambiarse muchas cosas para “atrapar” a los grandes defraudadores que van en Fórmula 1. Hay que modificar la inspección en España.
¿Por qué tenemos el doble de fraude que en Europa?, ¿sólo por eso? Ese es uno de los motivos. Es evidente que las grandes fortunas y grandes empresas pueden ir en Fórmula 1, pero España también podría contar con la potencia necesaria para lograr darle alcance.
Es evidente que las inspecciones a las grandes empresas y grandes fortunas son mucho más complicadas que a los pequeños contribuyentes porque cuentan con consultores y asesores de gran nivel, que en muchos casos son antiguos inspectores de hacienda que se han pasado al sector privado. Buscando un símil cinegético prehistórico: un bisonte pesa mucho más que 500 conejos, pero hace falta mucha más gente para cazarlo. Lo mismo ocurre con el fraude en las grandes empresas y grandes fortunas.
Hay además que empezar a contratarlos cuanto antes, porque entre las oposiciones y el tiempo que tardan en trabajar eficazmente, pasan varios años. Por ello, es mucho más fácil crear un Cuerpo Superior de Técnicos de Hacienda que, por alguno de los caminos de la administración, puedan ocuparse de inspeccionar medianas o grandes empresas para reducir, de la forma más rápida posible, el inmenso fraude y/o evasión que tenemos. La urgencia se agravará dado que los ingresos de la Agencia Tributaria se reducirán como consecuencia de la crisis económica creada por la pandemia.
En la actualidad se está elaborando en el Congreso de los Diputados el proyecto de Ley Contra el Fraude en el que no se contempla ni la imprescindible ampliación de plantilla ni la de sus competencias.
Si no se modifica ese proyecto de Ley contra el fraude y seguimos con los mismos recursos y los mismos techos de los Técnicos de Hacienda, será imposible reducir el fraude para llegar, al menos, a los estándares de fraude europeos.
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Elena Couceiro Arroyo es miembro de la Plataforma por la Justicia Fiscal