CONTESTA EL PRESIDENTE DE GESTHA
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, compareció ayer a petición propia en el Congreso de los Diputados para explicar, entre otros asuntos, la subida del precio de la electricidad. Un asunto trascendental que mantiene en vilo a cientos de miles de familias españolas, que asisten con preocupación a una escalada que no deja de batir récords. De hecho, según los datos que arroja la última subasta, este martes sumará otro nuevo máximo, ya que el precio medio en el mercado mayorista alcanzará los 130,53 euros por megavatio hora (MWh).
Durante su comparecencia, Ribera puso de manifiesto la supuesta necesidad de “revisar la fiscalidad de la energía”. Sin embargo, el Gobierno ya aprobó hasta final de 2021 la rebaja del IVA de la luz del 21% al 10%, lo que no evitará que agosto vaya a cerrar con la factura más cara de la historia.
«La bajada de impuestos no ha sido eficaz para frenar la escalada del precio de la luz»
Desde los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) venimos insistiendo en que la bajada de impuestos no ha sido eficaz para frenar la escalada del precio de la luz. En su día, calculamos que, con la bajada del IVA al tipo reducido, podría lograrse una rebaja de unos 1.700 millones para los hogares en cómputo anual, aunque avisamos de que no se garantizaba que esa bajada del IVA no fuese compensada con nuevos aumentos en el precio del kilovatio.
Desde nuestro punto de vista, las bajadas de estos dos impuestos pueden catalogarse como “una medida coyuntural de alivio a los consumidores”, pero consideramos necesario adoptar otras soluciones ante este acuciante problema.
En cualquier caso, valga destacar que la recaudación tributaria sobre la energía, excluidos los tributos de combustible de transporte, presenta un diferencial de 0,26 puntos porcentuales del PIB respecto a la media europea, donde España ocupa la posición 25 en el ranking de los impuestos ambientales, únicamente por delante de Irlanda y Luxemburgo. Respecto del ranking recaudatorio de la energía, avanzamos un puesto, al lugar 24, por delante de Irlanda Malta y Austria. Y respecto a la recaudación tributaria sobre la Energía, excluidos los impuestos de combustible de transporte, España ocupa la posición 20 por delante de Malta, Austria, Portugal, Hungría, Irlanda, Luxemburgo y Lituania.
En definitiva, respecto a la media europea, nuestro país tiene un déficit recaudatorio en este componente de unos 3.200 millones de euros.
Sea como fuere, resulta muy evidente que el sistema marginalista de fijación de precios de la energía no es eficiente para España en este momento, pues se está pagando la producción de energía de fuentes renovables muy por encima del coste de producirla (los “beneficios caídos del cielo”), sin que sea posible un aumento inmediato de la producción de este tipo de energía.
Por lo que proponemos que se inste el “cambio coyuntural” de las reglas de fijación de precios, ahondando en la línea anunciada de frenar la sobre retribución de nucleares y centrales hidráulicas, o, en caso contrario, exigir un recargo tributario a las grandes empresas eléctricas sobre dichos beneficios extraordinarios.
En segundo lugar, sugerimos que se suspendan temporalmente las operaciones de futuros sobre los derechos de emisión de CO2, tal como la ESMA y la CNMV suspendieron las operaciones en corto contra las acciones del capital social de las empresas estratégicas de nuestro país en la anterior crisis financiera.
Y por último, recomendamos un examen exhaustivo del mercado eléctrico por la CNMC, así como fomentar las pequeñas instalaciones de energías renovables, principalmente para el autoconsumo de empresas, particulares y pequeños núcleos poblacionales.
Carlos Cruzado, presidente de los Técnicos de Hacienda (GESTHA)