Riesgos laborales psicosociales (7ª entrega)
13-07-2004
Estos son algunos datos reveladores del Informe preliminar Cisneros V referidos a los riesgos laborales psicosociales: mobbing, burnout... en la AEAT/IGAE:
¿Qué es el mobbing?. El mobbing o acoso es un fenómeno enormemente dañino para la salud física y psíquica de las personas. Pretende destruir la autoestima del trabajador con la finalidad de obtener su salida de la organización mediante actos de hostigamiento o maltrato dirigidos hacia la persona y al desempeño de su trabajo. Se reduce la comunicación y los contactos sociales con las demás personas, se desacredita la reputación personal y el desempeño del trabajo, exagerando pequeños errores, y se atribuye a la persona una mala actitud. Se trata de una manipulación sutil, continuada y silenciosa de la cual se tarda un tiempo en ser consciente (de 15 a 18 meses), ya que la persona se resiste a creer e identificar lo que le están haciendo. El trabajador afectado sufre alteraciones emocionales y de personalidad y estrés creciente, que provocan afecciones o enfermedades somáticas crónicas. Acaba reaccionando de forma irritable o alterada, dando así la razón a los que la critican, ante los ojos de todos. El entorno social y familiar se ve afectado por las reacciones de agresividad y la conflictividad que transmite, reduciéndose el apoyo de compañeros, familia y amigos, quedando estigmatizado para encontrar un nuevo trabajo. Su amor propio se va al traste, la moral por el suelo, no consigue levantar cabeza, comienza el lento y continuo…ADIOS A LA AUTOESTIMA.
¿Quíenes son la víctimas de mobbing?. Las víctimas de mobbing suelen ser personas que presentan rasgos personales positivos: elevada ética, honradez y sentido de la justicia ; personas altamente capacitadas por su inteligencia, actitudes y brillantez profesional; personas populares, lideres informales o con carisma; personas con alto sentido cooperativo y de trabajo en equipo; personas con empatía, sensibilidad, comprensión del sufrimiento ajeno e interés por el bienestar de los demás; personas que no se dejan manipular, que no son de la cuerda de quienes manejan el estatus quo; personas con características diferentes a los demás del entorno de trabajo, inmigrantes, mujeres, jóvenes, mayores...
¿Quién es el acosador?. El acosador es una personalidad alterada, que tiene la necesidad de agredir y destruir y se ampara en la organización para canalizar una serie de impulsos y tendencias psicopáticas. Estos trastornos de personalidad explican su comportamiento destructivo y que no se reconozcan a sí mismos como acosadores, aunque ello no les exime del dolo y la intención de causar daño. Por esta causa no pueden soportar la existencia de personas más brillantes o más felices a su alrededor a los que intentan eliminar de la circulación. El drama que se opera en el acoso psicológico en el trabajo es que si hay alguien con problemas psicológicos y mediocridad profesional y humana es el acosador y no sus víctimas.
¿Qué riesgos laborales psicosociales existen en la organización?. Uno de cada tres funcionarios encuestados (32,27%) están en una situación de alto riesgo laboral psicosocial: un 22,03% del colectivo encuestado padece mobbing y un 10,26% presenta el síndrome del quemado o burnout. Un 4,6% padece ambos síntomas: Mobbing y Burnout. El síndrome del trabajador quemado se diferencia del acoso moral en que este no es un trabajador acosado. Padece un estrés laboral crónico producido por un fuerte desgaste laboral tras varios años de trabajo. Los síntomas principales son agotamiento emocional, despersonalización y baja realización profesional. Suele aparecer en personas que trabajan en una relación de servicio hacia otras personas.
Obligación de erradicar el mobbing. La organización debe garantizar la salud laboral del trabajador, ya que, en última instancia, tiene la responsabilidad jurídica de las lesiones producidas por el hostigamiento. Las nuevas políticas de Recursos Humanos basadas en la “empleabilidad” han hecho desaparecer descripciones de puestos, escalas salariales y regulaciones legales que protegen derechos, dejando a los trabajadores en una situación de desamparo legal, precariedad jurídica e incertidumbre. A la organización le resulta muy difícil reconocer la existencia del mobbing en su seno, negándose a ver un problema que le resulta incomodo y disonante con la complaciente opinión que muchos dirigentes tienen de sí mismos y de la gestión que desarrollan. La moderna dirección de personas se basa en el desarrollo de la confianza y los estilos de liderazgo integradores y participativos. Prima la cooperación sobre la competitividad destructiva. Revitalizar la organización es una necesidad urgente. “La resignación es un suicidio diario”. (Píndaro).